¿Qué les pasará por la cabeza a los directivos de Afinia cuando escucha tantas quejas?. ¿Les molestará los comentarios de los periodistas? ¿Se sentirán incómodos, dormirán tranquilos?. Yo me atrevería a decir que sí. Cuando la conciencia se cauteriza, ningún mal acto acaba con la tranquilidad, ni te aleja de los brazos de Morfeo.
Para los directivos de Afinia estos son gajes del oficio, son asuntos profesionales, nada es personal. Ellos se ganan su sueldo, voluminoso, por cierto, a costa del dolor de los ciudadanos, que trabaja para pagar el servicio de energía, muy regular por cierto.
El plantón de hoy en Valledupar contra el maltrato por parte de Afinia, es el único mecanismo con el que cuenta el ciudadano golpeado por el alto costo. Un plantón que reclama por parte de la empresa de energía, no que nos regalen el servicio, sino que nos cobren lo justo. Un plantón que reclama un trato honesto por parte de la compañía, de la que soñamos iba a ser la solución.
Pero resultó peor el remedio que la enfermedad. No podía esperarse menos, el problema no era la empresa en sí., y tal vez tampoco sus accionistas, sino los funcionarios, que lo único que hicieron fue cambiar de camiseta. Que Afinia reclutara a los mismos directivos de Electricaribe, fue un craso error. Por ahí, comenzó el desastre.
