Tiene el rostro imperfecto, producto de ese mestizaje cerrero, a la fuerza, violación justificada en la premura de la domesticación del amor. Está ahí. Y me mira con fijeza. Dicen que todo cruce humano es incompleto, no por el notable defecto en la curvatura de la nariz, o que escasee donaire en las caderas estrechas de una fémina. No. Adriana …

