San Alberto, Noviembre 21 de 2023. En casa de herrero, cuchillo de palo. Ese refrán no parece aplicarse en los hogares que encabezan los docentes. Son muchos los casos, en los que los mejores bachilleres del país, salen de hogares de profesores.
Por ejemplo María Alexandra Riaño Blanco, quien se convirtió en la mejor bachiller del departamento tiene padres docentes. Juan Ignacio Riaño y Yadira Blanco, son profesores. Él precisamente, es el docente del área de física de su propia hija. El papá de la mejor bachiller del departamento, sin embargo, tiene su propia historia por cuenta de sus hijos. Uno de ellos, falleció hace unos años, un dolor que al profesor no se le sale del corazón.
Al ser consultado sobre el numero de hijos que tuvo en su hogar, el profesor Riaño reveló que eran tres, pero uno de ellos falleció hace algún tiempo. «Pues éramos tres, uno murió y nos quedan dos«, confesó el profesor, con su coz entre cortada por el dolor.
No obstante la felicidad que hoy le da su hija, hace que mire en futuro con mayor esperanza, ya que la mejor bachiller, de la cual también es profesor, tiene muchas metas que él confía, las podrá realizar.
» Sí señor, soy profesor de física y matemática de María Alexandra«, dijo con orgullo cuando se le preguntó sobre su rol en la educación de su hija.
Hablando de su enfoque en la crianza, el profesor Riaño destacó la importancia de la disciplina y el esfuerzo. «Yo creo que también es muy importante transmitir esa cultura de disciplina, de esfuerzo, de trabajo», enfatizó, compartiendo su filosofía de vida y educación.
La entrevista con el profesor Riaño no solo arrojó luz sobre los logros académicos de María Alexandra, sino también sobre cómo una familia enfrenta la adversidad y celebra los triunfos. «Estamos realmente muy agradecidos con Dios, con la institución, con el gobierno departamental», expresó, agradeciendo a todos los que han apoyado a su familia en su camino.
«Lo dijo el Rey Salomón, hay momentos para reír, momentos para llorar». En la casa de los Riaño González, hoy es un tiempo para la alegría, para celebrar el triunfo académico de María Alexandra, un rayo de luz en medio de las sombras de la tristeza.
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