Álvaro Leyva Durán se piensa hacer el loco con el cumplimiento de la medida adoptada en su contra por parte de la Procuradora Margarita Cabello. La jefa del Ministerio Público suspendió de sus funciones al Canciller colombiano, en el marco del proceso que se le sigue por el caso de los pasaportes.
Se supone que son tres meses los que Leyva Durán debe estar quieto, apartado del cargo. Pero embúa, el Canciller no le ha parado bolas a la sanción de tres meses. Leyva Durán, ha sacado su casta rebelde, la que tanto ha defendido a lo largo de su vida política, y ha ignorado la medida en su contra. El Canciller sigue llegando a su despacho a diario, sigue firmando documentos de esa entidad, como el que envió al Congreso de la república este martes. Así mismo el pasado viernes escribió en su cuenta de X rechazando las palabras de Milei, Presindete de Argentina, quien arremetió contra el Presidente Petro. A Leyva le interesó más que su jefe, Gustavo Petro viera que lo estaba defendiendo públicamente, que lo que pudiera pensar la Procuradora, y el país entero.
¿Ante qué estamos con esta situación? Ante un gobierno que el control no le gusta, que eso de rendir cuentas no es lo suyo. La animadversión de Petro contra el Ministerio Público es de vieja data, desde su paso por la Alcaldía de Bogotá, así que no nos debe sorprender que sus funcionarios, como Leyva Durán, no acaten las órdenes del organismo de control.
Mal ejemplo del Gobierno, promoviendo la anarquía. Y después esperamos que el ciudadano del común se sujete a las leyes.
