Producto de la gestión adelantada por la Gobernación del Cesar se pudo finalizar el conflicto que desde hace unas semanas se vivía entre los pescadores del corregimiento de Saloa, jurisdicción de Chimichagua ante el uso de objetos no permitidos para la pesca en la Ciénaga de Zapatosa.
Luego de varias reuniones adelantadas por la Secretaría de Ambiente, ante un pedido hecho por el gobernador Luis Alberto Monsalvo Gnecco, se permitió disipar las diferencias generadas debido a que un sector de esta población pescaba con trasmallos, situación no permitida por las autoridades ambientales.
De igual manera el Gobierno de la Prosperidad A Salvo logró establecer una serie de medidas para impedir que se presenten nuevas diferencias entre los pescadores y que el espejo de agua dulce no se recienta con hechos ilícitos.
“Durante el encuentro se concertó con la Alcaldía de Chimichagua y la Asociación de Pescadores de Saloa varios puntos: el primero es que no se permitirá el uso de trasmallos sino atarrayas; el segundo es que sábados y domingos no se podrá pescar de noche; y el tercero es que lideraremos un proyecto con el SENA para que los pescadores puedan capacitarse en áreas como panadería o técnico ambiental y agropecuario”, indicó el secretario de Ambiente del Cesar, Andrés Felipe Meza Araújo.
En la actualidad el gobernador Monsalvo Gnecco adelanta varias iniciativas en la Ciénaga de Zapatosa, enmarcadas en el Plan de Manejo Ambiental, que cuenta con el aval del Ministerio de Ambiente.
De este regulador hídrico subsisten cerca de 15 mil pescadores de municipios como Chimichagua, Tamalameque, Curumaní y Chiriguaná que encuentran en el lugar una fuente de empleo para mejorar la calidad de vida de ellos y de sus familiares. Producto de esta situación, el gobernador logró que la ministra Luz Elena Sarmiento, comprometiera recursos por el orden de los 60 mil millones para invertirlos en la ciénaga.