Jesús lo dijo claro, » a los pobres siempre los tendréis con vosotros». Esa palabra se la dijo a Judas, quien chicaneando criticó a María, hermana de Lázaro y Marta, por derramar sobre el Maestro un costoso perfume. Según Judas, era un desperdicio hacerlo. ¡ Semejante atrevido Judas¡.
Lo dicho por nuestro Señor, era una clara profesía. Siempre habría pobres, lo que significa, que siempre habrá necesidades insatisfechas. Y eso lo saben bien quienes aspiran a algún cargo público. Por mucho que hoy lleguen diciendo que van a solucionar todo, en el fondo saben que el sistema está diseñado para que no se solucione todo, sino que las necesidades siempre estén vigentes.
No obstante uno se pregunta, ¿ por qué entonces prometer todo?. ¿Es que acaso no se han preguntado el por qué los actuales mandatarios, y sus antecesores no han podido solucionar este o aquel problema?. ¿Por ineficiente, por ineptos, o simplemente porque no se pudo?.
De seguro muchas veces la razón, es que se estaba mas pendiente de los intereses personales que de solucionar los problemas. O tal vez no.
Podría ser que simplemente el mandatario ha estado mal rodeado, o es demasiado meticuloso y miedoso como ocurrió con Cristian Moreno, quien muchas veces simplemente no se atrevió a hacer las cosas por temor a los organismos de control. Para nada, hoy es uno de los más investigados.
Sería recomendable entonces que dejando de lado las diferencias políticas, los candidatos se sentaran con el actual mandatario y le preguntaran el por qué no han solucionado por ejemplo la pobreza. Una reunión de Fredys Socarras con Tuto y el resto de candidatos con excepción de Jaime González que le cree todo, no vendría nada mal. O una reunión de Imelda Daza y Arturo Calderón con Luis Alberto Monsalvo sería propicia. De seguro se encontrarán de que algunas cosas no se han hecho porque ha faltado voluntad, o se encontrarán que simplemente hubo razones mayores.
Pregúntele a quien aspira a reemplazar, por qué no ha podido solucionar esto o aquello. De seguro se va a encontrar con más de una sorpresa. Por ejemplo, es posible que se encuentre con la razón principal por la cual los gobiernos no pueden dejar a todos satisfechos, y es que los trámites en la administración pública son tantos que hacen paquidérmicos a los gobiernos.
Solo para citar un ejemplo. Una licitación pública es lo más engorroso que existe. Usted necesita mil documento, muchos de ellos termina el contratista o aspirante a contratista, falsificándolo simplemente porque el organismo de control requiere que exista una prueba de que el procedimiento es legal, ajustado a la norma esta o aquella. Y mientras el trámite avanza, la necesidad en la comunidad sigue viva y creciendo.
Así las cosas, solo cuando se está debajo del techo es que se sabe dónde cae la gotera. Dentro de cuatro años, ese que hoy critica sin clemencia, será el objeto de esas críticas, porque aunque le coloque aire acondicionado a las calles de Valledupar, le garantice comida a cada ciudadano, le consiga un empleo a cada desempleado, construya la represa de Los Besotes, acabe con las invasiones, vuelva turística la zona corregimental, y acabe con la delincuencia, nunca será suficiente. La necesidad siempre existirá, como existirán los pobres.
