La plaza del barrio Primero de Mayo de Valledupar estuvo a reventar. No había un solo rincón de ese lugar solo. Los seguidores, amantes de la música de Kaleth Morales Troya, estuvieron allí, juiciosos para recordar al rey de la nueva ola, movimiento musical que llevó a la máxima expresión el joven artista que a los 21 años partió a la eternidad.
Fue un homenaje organizado por la Gobernación del Cesar. En el se hicieron presentes los padres del artista, Miguel Morales y Nevis Troya. Ella, elegante como toda una dama que es, llegó a la plaza sonriente y abrazando a todo el que se le atravesaba en el camino para saludarla. Pero poco a poco, la sonrisa se fue diluyendo de su rostro, comenzando a aparecer las lágrimas en sus ojos. Cada canción interpretada por los amigos de Kaleth, la trasladó a esos recuerdos que a diario están con ella. Su hijo mayor, su consentido y cómplice ya no estaba con ella, pero parece que nunca se aparta de su lado.
A su lado Ketrin, la joven de 15 años y cabello largo. Es la » Chacha de las mujeres». Así la bautizó su padre quien la trajo al mundo cuando apenas tenía 14 años. Es la hija de Kaleth quien llevó un pergamino que leyó abrazada a su abuelo Miguel. » Te extraño, siempre te extrañaré, pero siempre he sentido que estas conmigo» le dijo Katrin a su padre.
Y la música comenzó. Algunas de las canciones de la autoría de Kaleth estaban en boca de sus colegas Luifer Cuello, Che Carrillo, el Grupo Kvras, su papá Miguel Morales quien hizo llorar como hace diez años a los asistentes, y los K Morales, agrupación liderada por Kaner y Keiner hermanos del desaparecido artista.
«Kaleth no se ha ido, sigue con nosotros» decían los carteles. Los Kaletistas no querían abandonar la plaza, como hace diez años no querían dejarlo en el cementerio. Un homenaje que permite recordar a un artista que en solo dos años, de sus 21, hizo que su obra se quedara para siempre.
