El municipio de Astrea se ha visto sacudido en estos días por un conflicto de tierras que ha llevado al presunto desalojo y desplazamiento forzado de campesinos. Según líderes de la comunidad, beneficiarios de tierras entregadas por la Agencia Nacional de Tierras, ANT, fueron desalojados por otros campesinos de la zona a la brava, lo que provocó su desplazamiento hacia el corregimiento de Arjona.
Sin embargo, Guillermo Rivera, exconcejal de Astrea, dijo que tal situación no fue como se ha venido asegurando por parte de Ronald Nieves, quien lidera la Asociación de Campesinos Desplazados y Vulnerables de Astrea, Cesar, organización campesina recientemente beneficiada con los predios por parte de la ANT.
Explicó el exconcejal que los campesinos acusados de llevar a cabo el desalojo eran trabajadores de la Hacienda La Esmeralda hasta que la Agencia Nacional de Tierras adquirió la finca el 5 de marzo: “Todos dependíamos de una manera directa e indirectamente de la hacienda”. Rivera negó rotundamente que los campesinos hubiesen llegado armados o con violencia.
Jorge Miranda, otro campesino acusado de esta supuesta acción ilegal, afirmó que cuando se enteraron de la entrega de los predios ellos llegaron a la finca en busca de diálogo con las autoridades porque tras la venta de la finca se quedaron sin trabajo y lo único que saben hacer es trabajar la tierra: “Nosotros estamos ahí a la espera. Queremos entrar en diálogo con la Agencia Nacional de Tierras, con todas las entidades que puedan llegar sobre el tema”, dijo el vocero de los campesinos, al tiempo que afirmó que, “nosotros no somos grupo ilegal, nosotros somos campesinos de ahí mismo, que nos conocemos todos”.
Ante las acusaciones de desalojo violento, Rivera y Miranda están dispuestos a entablar acciones legales para demostrar su inocencia.
Memo Rivera destacó la importancia de la organización y la creación de la Asociación Agroganadera 7 de Marzo, como un paso fundamental para presentar una solicitud formal a la Agencia Nacional de Tierras y cumplir con los requisitos establecidos por el gobierno: “Nosotros estamos aquí en Valledupar haciendo los trámites de radicación de los documentos de constitución como una asociación campesina, ante la Cámara de Comercio, de la cual hacen parte unas 60 o 70 personas”.
Por su parte, Miranda señaló la necesidad de tener en cuenta la vocación de la tierra para la agricultura o la ganadería: “El terreno donde está La Esperanza, es una tierra más para el tema de la ganadería. Los campesinos de la Asociación que llegaron con el permiso de la ANT saben sembrar, porque además en el territorio en el que han estado han tenido todas las bondades del agua”.
Ambos líderes campesinos coinciden en que el apresuramiento y la falta de comprensión de las políticas del gobierno han generado malentendidos entre la comunidad, y no desean que sobre el municipio de Astrea se vuelva a posar el estigma de la violencia que tuvo en el pasado.
Hoy los campesinos esperan que el gobierno nacional y las autoridades competentes puedan intervenir y resolver este conflicto de manera justa y equitativa, evitando la generación de una imagen negativa sobre el municipio de Astrea.
