El panorama es apocalíptico, a decir de los campesinos que residen en la serranía del Perijá. Son cientos de hectáreas, entre ellos cultivos de pan coger, las que desde hace varios días han venido siendo arrasadas por las llamas. Y lo peor, las fuentes hidricas, que abastecen a poblaciones como Codazzi, Manaure, La Paz y La Jagua de Ibirico, se ven seriamente amenazadas, porque las llamas vienen destruyendo los frailejones, planta que es un productor natural del agua.
Para mitigar las llamas, fue necesario que la Oficina de Gestión del Riesgo del departamento en cabeza de María José Paez, pidiera apoyo al cuerpo de bomberos de Rio Sucio Caldas, el cual envió este fin de semana a 30 de sus mejores hombres, a apoyar la labor que ya venían adelantando los bomberos de La Paz.
Los bomberos de Río Sucio, son indígenas expertos en atender incendios en las partes mas altas de las montañas.
«Hemos estado en emergencias como en San José del Guaviare, en el Parque Nacional Natural de Los Nevados, en Villa de Leyva, Nemocón, en estribaciones de la Sierra Nevada de Santa Marta, Ciénaga, Chocó y muchos otros lugares; por lo que contamos con la experiencia suficiente y la disposición necesaria para enfrentar esta emergencia en Sabana Rubia», aseguró el comandante Sargento Hugo Velasco.
Lo cierto es que el apoyo de estos hombres, ha permitido que las llamas hayan sido extinguidas en un 80 por ciento. Pero, ¿y cuando se recupera lo perdido?. La respuesta, es más desolador que lo que las llamas dejan a su paso.
