Como desproporcionada calificó el exalcalde Augusto Ramírez Uhía, la petición que hiciera la Fiscalía de medida de aseguramiento con detención domiciliaria contra él y dos de sus exfuncionarios por el delito de peculado.
El exmandatario, visiblemente conmovido, lloró en la audiencia, al recordar cuando vio a sus hijos que llegaron a llevarle la comida hasta el lugar donde se encuentra detenido.
Indicó Ramírez Uhia en audiencia que él no fue capturado, sino que voluntariamente se presentó ante la fiscalía, por tal razón no ve la necesidad de una medida privativa de la libertad, pues le recordó al fiscal que siempre ha tenido la disposición de comparecer al proceso y no obstruir en el mismo.
“A mí, mis padres me enseñaron a poner la cara” expresó el exmandatario, al igual que explicó que la acusación de no hacer seguimiento a este contrato no ha sido fundada pues, aseguró en una administración en la cual se hacía seguimiento semana a semana de los contratos y de las secretarias, están todas las actas.
Al señalar que la comunidad debe entender que ellos como acusados y funcionarios tienen el derecho de hablar y entregar sus versiones, el exalcalde aseguró que ellos tienen documentos que certifican que las actividades se realizaron.
En la misma audiencia, el exsecretario general, José Juan Lechuga, dijo que el informe de supervisión del contrato por el que hoy están en líos judiciales, tiene no solo los ojos del secretario de educación sobre este tema, sino a otros funcionarios.
Refutó los argumentos de la fiscalía, con respecto a los días en los cuales se ejecutaron las actividades del contrato, pues aseguro que antes de la realización del contrato se debieron hacer actividades de alistamiento.
Agradeció Lechuga al fiscal el nunca poner en dudas la ejecución total del contrato, pues dijo fueron más de tres mil trecientos estudiantes los beneficiados con este contrato.
