Los constantes hechos que se presentan al interior del Cromi y que terminan afectando la tranquilidad de los vecinos de esa institución al norte de Valledupar, podrían pasar a la historia dentro de poco tiempo. La comunidad residente en barrios como Arizona, Esperanza Norte, Dundacare entre otros, lograron por fin ser escuchados por parte del ICBF, entidad que tiene a su cargo este lugar, donde permanecen recluidos jóvenes infractores, que por su edad no pueden ser llevados a las cárceles.
La semana pasada, tuvo lugar en el despacho de Gabriel Castilla, director del ICBF en el Cesar, una reunión en la que se hicieron presentes personas que residen en el sector mencionado, quienes expresaron sus preocupaciones por los hechos que a diario se presentan en el Cromi.
Rafael Núñez, uno de los vecinos del Cromi, dijo que el encuentro arrojó tres conclusiones primarias. Una de ellas, es llevar una propuesta al gobierno nacional para conseguir un lote en donde se pueda construir esta institución. Dicho proyecto se dará a conocer a la comunidad para que, está igualmente hagan lobby ante el gobierno departamental, y ante Planeación Nacional y el Ministerio del interior.
Así mismo se acordó que la comunidad tenga un espacio en la junta directiva del Cromi, con el fin de que pueda participar directamente en las decisiones que se tomen allí. Esta es una de las decisiones a corto plazo.
En la reunión, no se hizo presente la directora del Cromi, por lo cual no pudo responder el por qué no ha atendido los constantes llamados de los vecinos del sector para poder dialogar sobre las cosas que pasan al interior de esta institución.
¿Qué se hará con esta edificación?
Luego de que se dé el traslado del Cromi, la comunidad vecina pedirá que esas instalaciones sean aprovechadas para ubicar otra institución como La Policía, o un centro de salud a cargo del Hospital Eduardo Arredondo Daza, o por qué no, un centro de atención al adulto mayor.
Cabe anotar que el Cromi funciona en este lugar desde 1995, y en el caso particular de Rafael Núñez, él reside en la zona desde 1992.
“Desde esa época hemos tenido una cantidad de eventos que perjudican la tranquilidad y el bienestar de los vecinos”.
