Ni la elección a puerta cerrada de un nuevo rector titular ha servido para conjurar la profunda crisis institucional que vive la Universidad Popular del Cesar, entidad que padece un cúmulo de problemas que la tiene en los últimos lugares de clasificación de calidad académica entre las universidades públicas del país, con varios programas académicos sin registro, y serios problemas de liquidez para cumplir sus gastos ordinarios de funcionamiento, entre ellos, el pago de la nómina de docentes y del personal administrativo.
Las manifestaciones que se han presentado por docentes y estudiantes en las últimas semanas llevó a que el Consejo Académico de la universidad suspendiera las actividades académicas del primer semestre de este 2022.
“En cumplimiento de la Sentencia T-927 del 10 de octubre de 2003 y T-331A del 2 de mayo de 2006 el Consejo Académico en pleno tomó la decisión de suspender las actividades académicas en las sedes de Valledupar y Aguachica”, informó de forma inicial la UPC a través de su cuenta de Twitter y que amplió horas después en un comunicado de prensa.
El ambiente en el alma máter se puso denso y tenso, teniendo en cuenta las manifestaciones de los estudiantes al estar inconformes por la situación de la institución tanto en su parte administrativa y falencias en la infraestructura.
Por otro lado, la UPC también se pronunció sobre una imagen que se hizo viral en el que se afirma que la universidad había cancelado el periodo académico. “Personas mal intencionadas han hecho un montaje con la cuenta de @Unipopularcesar (de Twitter) para desinformar”, publicó el alma máter.
