¿Ya captan como es que es el cambio?. En vez de una ministra como la de Minas, sacan al de educación, y le enciman la ñapa de la de Cultura y la de Deportes como para disimular las cosas. En vez de una Carolina Corcho, adiós Alejandro Gaviria.
Pero bien que le pase a Gaviria. Un hombre de semejantes calidades humanadas y semejante formación académica, semejante eminencia, cuyo defecto es la tibieza más no el radicalismo, nadita hacía en un gobierno que no acepta críticas, mucho menos de quienes hacen parte de él. Y en eso si entiendo a Petro, no se puede un mandatario rodear de alguien que no comulgue con sus preceptos, que no comparta sus políticas y no lave la ropa sucia en casa.
Salud Hernández lo dijo en un trino: “ Gaviria no debió aceptar ese puesto, del que hoy lo sacan como un perro”. Dura como siempre la española, pero clara y sincera.
Señores, las reformas van. A las buenas, o a la brava, pero van. No importan las críticas, no se escuchan las voces contrarias. Van porque van. Una que otra acicalada, pero nunca serán motiladas en el Congreso, como ocurrió con la reforma económica.
