Un hombre que salió desde su casa rumbo a varias ciudades del país colombiano en el año 2005, volvió al seno de su familia este viernes 2 de octubre.

La historia de Luis Alfredo Arango Altamirano es quizás una de las tantas que tenido cualquier ciudadano de este país, pero de seguro nadie desea pertenecer a una similar a esta. Ahora él agradece a Dios por permitirle llegar hasta su vivienda en el Valle del Cauca, en donde fue recibido con los brazos abiertos.

Desde Palmira, Valle, Arango Altamirano decidió viajar hacia la capital del Cesar hace algunos años en busca de una mejor oportunidad para su vida, pero no contaba con que podría perderlo todo, hasta convertirse en un habitante de la calle. Él comenzó a trabajar limpiando tractomulas, vio en este oficio un ‘’buen resultado’’ pero tiempo más tarde llego a ser uno de los tantos recicladores de Valledupar. Vivía en un rincón, alrededor del Terminal de Transporte, y solo un cartón lo acompañaba, pues se sustentaba gracias a las monedas que le regalaban algunas personas que se movilizaban por ese sector.

‘’Lucho’’, así le decían cariñosamente sus compañeros recicladores, también habitantes de la calle. No habían otros amigos mejores para él, pues se sentía feliz por tener con quien compartir a pesar de la zozobra que estaba viviendo, pero también sabía que ese no era su lugar; estaba en el lugar equivocado, pero quizás sí con las personas de su agrado, a los que el hoy día considera ‘’sus hermanos’’.

10 años vagando

Hablando de sus hermanos y parientes, ellos viajaron desde el Valle del Cauca hacía Valledupar, pues fueron contactados por medio de la Policía Nacional con el apoyo de la Red Unidos Transformando Corazones y la Red de Aliados para la Prosperidad. Luego de largas horas de viaje por fin se presentó la oportunidad para ver Luis Alfredo Arango Altamirano. Con un tono alto y con lágrimas en sus ojos ‘’Lucho’’ solo les dijo una sola cosa ‘’¡familia!’’ y corrió a recibir a sus allegados con un abrazo. La acción de este hombre hizo que todos  soltaran el llanto y aplaudieran durante varios segundos.

Arango Altamirano parecía un niño con juguete nuevo, no se despegaba ni un segundo de su familia y su mirada es distinta. Ahora se expresa de otro modo y cuando le mencionan del pasado solo dice que ‘’hubo muchas cosas bonitas en mi pasado pero ahora vivo el presente, y el presente es mi familia, pero no olvido a mis amigos, quiero ayudarlos a ellos’’.

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Lucho cuenta su historia de diez años por las calles

Ahora ‘’Lucho’’ viste mejor y no se enoja cuando lo llaman por su apodo, es más desea que le sigan llamando así.

Muchas veces su familia pensó que él había muerto, hasta sus conocidos pensaron lo mismo. Absolutamente todos quedaron sorprendidos cuando la Policía desde Valledupar los llamó. A más de uno se le pasó por la cabeza que las autoridades tenían capturado a algún familiar. Pero todo lo contrario sucedió, los uniformados habían encontrado a ‘’Lucho’’ quien decidió buscar a su familia por medio de esta institución. Este ex habitante de la calle tiene problemas mentales, pero de algo está seguro y es que quiere luchar por su familia.

Luis Alfredo Arango Altamirano tiene 33 años y ya cuanta con acompañamiento por parte de los médicos que valorarán su estado de salud.

Ahora lo que quiere Arango Altamirano es una sola cosa, recuperar el tiempo perdido y aprovechar al máximo el resto de su vida. Además anhela seguir recordando su época de infancia cuando estuvo en Palmira, Valle, lugar en donde nació.

Por: Cristian Bohórquez/Twitter:@cristianbl_

Periodista Tuperfil.net

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