Corregimiento de Badillo. La muerte de un joven de 20 años, en el corregimiento de Badillo, zona rural de Valledupar, puso de presente una vez más la negligencia en la infraestructura asistencial de esta zona del país. El hecho en el que perdió la vida Daniel David Araujo, se presentó el pasado primero de enero, cuando departía en Badillo, y fue víctima de un ataque de asma.
Beliña Corzo, líder social de Badillo, denunció las deficiencias en el sistema de salud local. «En Badillo no hay servicio de urgencias, no hay una ambulancia, no había una bala de oxígeno que pudiera salvar a este joven en esos momentos», declaró Corzo. Ella describió cómo los recursos limitados y la falta de atención de emergencia en Badillo llevaron a la muerte de Araujo, agravada por la distancia hasta el puesto de salud más cercano.
Corzo también cuestionó la disponibilidad de los servicios médicos en Badillo, resaltando que los médicos solo están presentes durante horas laborales y carecen de los equipos necesarios para manejar urgencias. «Hasta eso se tiene que remitir a Patillal, que es donde está el servicio de urgencias», lamentó.
Álvaro «Pepo» López, otro líder social de Badillo, se unió a la denuncia, destacando las condiciones precarias en las que vive la comunidad. «Somos desplazados de paramilitarismo… no contamos con ese puesto de salud», dijo López, reflejando la difícil situación de los habitantes de Badillo. Además, resaltó la importancia de Badillo en la economía regional por su producción de arroz, sugiriendo que la comunidad merece mayor atención y mejores servicios de salud.
La muerte de Araujo ha puesto en evidencia las graves carencias en la atención médica en áreas rurales como Badillo. La comunidad, apoyada por sus líderes, clama por una mejora en los servicios de salud para evitar futuras tragedias.
