En una habitación del Hospital Rosario Pumarejo de López permanece Jaiver Jiménez Coronel con las manos y brazos vendados por las múltiples heridas recibidas la noche anterior en el barrio Nuevo Milenio.
Jiménez Coronel, de 37 años y carnicero de oficio, se desplazó desde la invasión Tierra Prometida hasta la casa de su ex pareja y hogar de su hija de 17 años, porque la menor llegó con la nariz sangrando, agredida por familiares de su padrastro.
“Mi hija me dijo que alguien le había pegado un puñetazo en la cara, que era un primo del padrastro de ella, me dirigí hacia allá para preguntar el motivo, cuando iba llegando que me baje de la moto el hombre me ataca con un cuchillo, no me dio tiempo de nada, creyeron que yo iba a hacer algo”, dijo Jiménez Coronel.
Las heridas profundas y la cantidad de sangre originaron la solidaridad de vecinos que lo llevaron hasta el Hospital Eduardo Arredondo Daza, sede San Martin en donde uniformados de la Policía Nacional tomaron datos de los hechos y se dirigieron hasta la vivienda del agresor.
Una intervención quirúrgica, vendas y múltiples suturas recibió esta persona que desde este momento inicia una larga recuperación en cama.
