De seguro a usted le ha pasado, que se inventa una rifa de 20 mil o 10 mil pesitos, y tiene que rogarle a sus amigos, para que se la compren. Pues el expresidente Álvaro Uribe tuvo la idea de que cada paisa aportara 1 millón de pesos para financiar obras en el departamento, a raíz de las dificultades que dicho sea de paso, pone el gobierno nacional para esto y no me lo van a creer, ya hay aportes.
Pocas horas después de que Uribe presentara a la opinión pública esta idea, comenzaron algunos paisas a girar. Lo malo, es que el dinero ya recaudado, – aún no se sabe cuanto – no irá a parar a las obras de las que habla Uribe, sino a los bolsillos de los bandidos que nunca faltan.
Es que resulta que, ante una brillante idea propia de un paisa, surgió la modalidad de estafa de otro. Alguien pescó en río revuelto, creó una cuenta, y comenzó a pedir consignaciones, que más de un incauto hizo.
Aquí se mezclan el ingenio paisa pa lo bueno , encarnada en Uribe, el ingenio paisa pa lo malo, encarnado en los avivatos, y la inocencia colombiana, que se evidenció en quienes ya consignaron. A estos últimos, les faltó malicia indígena, viveza paisa. Alguien con acento antioqueño le diría a estos paisas, ¡ Espavilese mijo!.