Bendito color rojo. No hay nada más perrateado en este país. Hay quienes ondean el trapo rojo en una campaña política, y en la otra deciden cambiar de color en su bandera. El rojo de nuestra bandera. Poco honor le hacemos a la sangre derramada por nuestros héroes por nuestra libertad. Ya ni nos acordamos de izarla en las fiestas patrias. Parece que el rojo solo es respetado por los futbolistas durante un partido, al ser expulsado. Y aunque vituperen al árbitro, terminan saliendo de la cancha al ver la tarjeta.
Así no nos sorprendamos el por qué la luz roja del semáforo es tan irrespetada. Pocos le hacen caso, pocos se detienen ante ella. Y no nos digamos mentiras, si bien es cierto los conductores de vehículos en cuatro ruedas a veces no respetan la señal de pare, el color rojo más violado por quienes conducen motocicleta. Me atrevería a afirmar que el 90 por ciento de los motociclistas al encontrarse con el semáforo, ni miran qué luz tiene. Solo buscan el huequito, la oportunidad para seguir de largo.
Así que bienvenida la campaña que comenzó a implementar la Secretaria de Tránsito municipal. Con carteles en mano, funcionarios de la dependencia, acompañados de agentes de tránsito, se les vienen atravesando a los conductores, especialmente a los motociclistas para recordarles que EL SEMÁFORO SE CRUZA EN VERDE. No en amarillo, no en rojo, EN VERDE.
Y lo que más me agrada es que esta campaña pedagógica, no está acompañada de mimos, payasos, artistas. Dejo claro, no tengo nada contra ellos, ni más faltaba, pero es que el hablarles lindo, como en broma, mamando gallo, resultó en eso, en que los motociclistas le mamen gallo al rojo, y a todas las señales de tránsito.
Y ya que estamos haciendo una campaña en serio, sin payasadas, es hora de sacarles la roja a quienes irrespetan el semáforo. Comparendos y a enchiverar, pa que respeten.
