Antes de que comenzara la campaña electoral en firme, me pregunté una y otra vez, cuáles serían las estrategias de marketing político que aplicarían las campañas electorales en esta oportunidad, porque la verdad, lo que percibía entre la comunidad, era apatía total.
Seducir al elector no será fácil, dije. La gente está mamada de las mismas promesas, de las mismas mentiras, de los mismos diagnósticos, de los mismos discursos apocalípticos, o de que los candidatos se muestren como el mesías salvador, como aquel caudillo que nos va a sacar del atolladero.
Pero comenzó la campaña en firme, y nuevamente veo a la gente llenando los eventos políticos, reunidos a horas hasta inhumanas, tres de la tarde por ejemplo cuando el calor en Valledupar está por encima de los 40 grados. O a altas horas de la noche, cuando Morfeo se adueña de los cuerpos.
La gente está asistiendo, pero no se engañen candidatos, la gente está asistiendo para escuchar las propuestas, y no necesariamente asiste a comprometerse con usted.
Y ahí es donde comienzo a percibir a los candidatos y sus campañas, cometiendo los mismos errores de siempre en materia de comunicación
“Bosconia dijo si a la propuesta de Pepito Pérez, los taxistas se sumaron a la campaña de Fulanito, los jagueros quieren que Sultano sea elegido, etc, etc”
Los mismos titulares repetidos de siempre, cuando la asistencia de la gente, insisto, no significa que estén diciendo que si a tu propuesta candidato. Usted como candidato echa mentiras, la gente también se deja tomar fotos y firma las planillas con la que los lideres pasan sus cuentas a las campañas. La misma gente que asiste a la reunión del candidato A es la que asiste a la reunión del candidato B.
Pero aquí los periodistas también estamos en las mismas tonterías de todas las campañas. La pregunta que nunca puede faltar: ¿Cómo va esa campaña, donde estuvo el fin de semana? . Yo hago esas preguntas porque se que nuestros candidatos a veces, no es que tengan mucho que aportar en materia de conversación, sin caer en la diatriba a los gobiernos actuales o en los proyectos ambiciosos, soñadores, ilusorios, y hasta mentirosos por lo irrealizables.
Los mismos errores que cometieron hace cuatro años, están cometiendo algunas campañas con experiencia. Pauta repartida entre supuestos líderes de opinión que no lo son, mirando con desdén a quienes si lo son, etc.
Y los que saben hacer campaña, como siempre, invirtiendo en publicidad sin pensarlo dos veces, porque saben que a donde ellos no llegan, llega la radio, llega la prensa. Y los ilusos que creen que la política se gana solo hablando mal del contrincante, amarrados, durazos, esperando que pasen las semanas para invertir en publicidad.
A propósito, ya estamos en la época del jingle, con la misma voz del mismo cantante y compositor por cierto. Y no demoran las pautas radiales en donde habla el papá, la mamá, los hijos, la pareja del candidato, echando flores, hablando bien de quien quiere ser alcalde, gobernador, diputado o concejal, como si fueran creíbles cuando es obvio que hablen bien por el lazo que los une.
Y así seguirán, diciéndole a los amigos, tenemos que hablar, cuando nos sentamos, o por qué no me acompañas a un periplo este fin de semana, como si a uno la casa le picara y sus campañas fueran más importantes que nuestro hogar.
Estrategias chimbas, desgastadas, ¿será que en algún momento la forma de hacer campaña cambia?
