Los comerciantes del balneario Hurtado han sido de los más golpeados por la pandemia. Desde que comenzó la cuarentena en marzo del año pasado, la mayoría de estos comerciantes lo han perdido prácticamente todo. Es por esto que, al reabrirse poco a poco el balneario, tenían la esperanza de que la situación iba a mejorar con la llegada de turistas.
Sin embargo, con lo que no contaban era que, al reabrirse el balneario, con esto iban a llegar muchos nuevos vendedores que antes no estaban.
De acuerdo con Sirlet Méndez, presidenta de la Asociación de Vendedores Informales del Eco Parque del Rio Guatapurí, ASOPROBU, conformada por 375 asociados, de un tiempo para acá comenzaron a ver como poco a poco al Parque La Provincia, iban llegando nuevos vendedores, entre ellos algunos que comercializan micheladas sin ser este un negocio que requieran para sobrevivir porque tienen otros trabajos.
De acuerdo con Méndez, estos nuevos vendedores están agrupados en una asociación de razón social ASOVA – Asociación de Vendedores Formales de Valledupar – cuyos líderes se han dedicado a buscar comerciantes que estaban en otros sectores de la ciudad, para que comercialicen allí.
La situación ha llegado a tal punto, que Sirlet Méndez dijo que, a raíz de las denuncias, ha recibido hasta amenazas que han llegado a su casa, donde la conminan a dejar de entrometerse en las intenciones de los nuevos comerciantes.
De acuerdo con la presidenta de ASOPROBU, un supuesto funcionario de la Alcaldía de nombre Oscar Pimienta Costa, es señalado por los miembros de la asociación ASOVA, de otorgar dichos permisos.
Cabe anotar que los vendedores agremiados en la primera asociación conformada en el balneario, se turnan para trabajar una semana unos y una semana otros, a fin de no llenar el aforo con el que se comprometieron por cuenta de la pandemia.
