Tal como ocurrió el año pasado, la comunidad educativa del Colegio Nacional Loperena volvió a expresar su preocupación por la presencia de habitantes de calle en las afueras de ese plantel educativo.
Se trata de personas que a diario asisten a la Pastoral Social con el fin de recibir alimentos que muy cariñosamente le entrega esa entidad. Pero lamentablemente, los habitantes de calle, una vez toman los alimentos no se retiran, sino que se quedan durmiendo y algunos han terminado instalando cambuches.
Ante esta situación, este medio de comunicación dialogó con José Gregorio “Goyo” Zuleta, jefe de la oficina de gestión social de la administración municipal. «Es un tema nuevo de ciudad que requiere una estrategia clara y acciones concretas. Estamos en mesa de concertación para buscar soluciones junto con la Pastoral Social», dijo el funcionario.
Zuleta enfatizó en la importancia de la articulación entre diferentes entidades para brindar atención a esta población vulnerable: «Estamos buscando establecer una ruta de atención clara, que garantice sus derechos y les brinde la oportunidad de reintegrarse a la vida social y laboral».
Sobre la posibilidad de establecer albergues o algunos hogares de paso, Zuleta reconoció los desafíos que presenta esta iniciativa: «Estamos evaluando la viabilidad de esta opción, pero debemos considerar la disponibilidad de recursos y la complejidad de la situación».
Respecto al censo de habitantes de calle en el municipio, Zuleta informó sobre una mesa de trabajo con el DANE para caracterizar a esta población: «Ya tenemos una fecha para la socialización de los resultados del censo realizado por el DANE en la administración anterior. Esto nos permitirá tener un panorama más claro de la situación».
