Si el nombre se convierte en una talanquera para poder conquistar votos, no importa, cambiárselo es sencillo. Los siguientes son los pasos para poder cambiarse su nombre si el que tiene no le gusta o si siente que es un obstáculo para alcanzar sus metas, que en el caso de los políticos.

1. Debe registrar ante una notaría o consulado el trámite, esto mediante escritura pública.

2. Con ese documento de ir a la  Registraduría, notaria o consulado donde esté su registro civil de nacimiento y  solicitar  la apertura de un nuevo serial para registrar el nuevo nombre

3. Con su nuevo nombre (registro civil)  debe acudir a la Registraduría Nacional para solicitar la rectificación de la cédula.

Todo lo anterior lo puede hacer basado en el Decreto  999 de 1988 Artículo 6, que permite el cambio de nombre solo por una vez.

Y es que en el Cesar los políticos al parecer son los que más han cambiado de nombre como recientemente ocurrió con José Santos Castro, quien decidió cambiarse el nombre por El Mello Castro, aduciendo que en una encuesta interna realizada por el equipo de su campaña a la Alcaldía de Valledupar, descubrieron que la gente no identifica su nombre de pila, sino el apodo con el que se conoce desde niño.

Fue así como decidió colocarse el nombre El Mello Castro, el cual aparecerá en el tarjetón el próximo 27 de octubre cuando se lleven a cabo las elecciones.

Otros también se lo han cambiado

Pero el caso del Mello Castro no es el único. A lfredo Cuello Baute actual Repreenante a la Cámara para las pasadas elecciones decidió colocarse su apodo como segundo nombre, pasando a llamarse Alfredo Ape Cuello y el de Pepe Gneco en un caso más antiguo.

El otro caso es el de Elo Chichí Quintero quien se agregó el apodo también de segundo nombre y el de Ricardo Kintin Quintero, quien también aparece en la cédula con su apodo de segundo nombre.

No obstante el más osado ha sido el Mello Castro, quien no uso su apodo de segundo nombre sino ahora como nombre de pila, al que no podrá renunciar pues el Decreto que permite dicho cambio, solo lo hace por una sola vez.

¿Valdrá la pena el cambio?. El 27 de octubre lo sabremos. Por ahora lo que esperan los electores, es que una vez sean elegidos, los políticos no hagan el cambio de siempre: la ruta por la que llegaban a su casa a buscar los votos y el numero telefónico que por arte de magia,gane o pierda, cambia una vez termina la campaña.

 

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