Valledupar. En la primera sesión del recién constituido Concejo de Valledupar, los concejales del partido de la U tomaron la inesperada decisión de declararse en oposición. Este movimiento fue objeto de amplias críticas, particularmente por parte del concejal del partido En Marcha, Christian Moreno Villamizar, quien asumió su curul tras obtener la segunda mayor votación en las elecciones a la alcaldía de Valledupar el pasado octubre.
«Claramente sí se dio una jugadita, una triquiñuela», expresó Moreno, insinuando que la decisión carecía de una justificación válida y parecía un intento de minar la legitimidad de la oposición. «Esto no es una cosa intrascendente«, agregó, sugiriendo que la maniobra era una violación de los derechos de su partido, En Marcha. Moreno remarcó la gravedad de la situación, afirmando que «esto es una violación flagrante a un derecho constitucional y legal«.
Concejal Manolo Fernández defiende decisión de la U
A su turno, el concejal Manolo Fernández, elegido primer vicepresidente de la corporación, explicó las razones detrás de la decisión de la U de declararse en oposición al gobierno de Ernesto Orozco, a quien originalmente habían apoyado en las elecciones.
«Es una decisión del partido, no todos los concejales electos del partido de la U estuvieron acompañando al alcalde Ernesto Orozco en su campaña», explicó, destacando la autonomía de la bancada en su decisión. Aseguró que la oposición no se propone obstaculizar la administración, sino realizar un control político responsable.
Sobre la posibilidad de cambiar la postura del partido en el futuro, Fernández señaló que «la ley así lo permite y el estatuto de oposición dice que durante el ejercicio se puede cambiar de postura por lo menos una vez«.
Esta situación en el Concejo de Valledupar destaca la complejidad y dinamismo de la política local, y plantea preguntas importantes sobre la representación democrática y la gobernabilidad en la región.
