Tradicionalmente en nuestro país, la opinión pública elige un presidente, un congreso, y luego de delegarle la responsabilidad de dirigir los destinos de todos, la masa se olvida de ellos, no les hace escrutinio, simplemente se sienta a mirar los toros desde la barrera, a ver como ese toro acaba con todo.
Ese todo, somos nosotros que creemos mirar desde la barrera, cuando la verdad es que estamos siendo consumidos en la arena.
Ayer muchos decidieron mirar los toros desde la barrera, o al menos eso creen que hicieron. ¿Por qué lo hacen?. ¿Por indiferencia, por apatía, por miedo, o porque siguen creyendo que es el gobierno, al que se le dio el poder, el que debe solucionar todos nuestros problemas?.
Esa parece ser la forma como la oposición al gobierno de Gustavo Petro, está mirando lo que ocurre. Ayer pocos salieron a las calles, por lo menos aquí en el Cesar. Una pequeña escaramuza y ya.
No ocurre así con el mandatario de los colombianos, quien, convocando marchas, hace algo que le está funcionando, y es presionar, y de paso, sacar de la indiferencia a la gran masa que lo eligió. Con las marchas, los hace participe y de paso los usa para sus objetivos.
Permanecer el país indiferente a lo que hace un gobierno, es lo peor que como ciudadanía podemos hacer. Le estamos delegando nuestro destino a un hombre que como hombre, se puede estar equivocando. Igual de peligroso es dejarse conducir a las calles como una pieza más, a ciegas, sin leer sus reformas.
