Con Venezuela nuestro país comparte una frontera que se extiende por 2.219 kilómetros. Tenemos un intercambio comercial bien importante. Históricamente Venezuela ha sido el mejor mercado para Colombia, por su cercanía y en su momento, por la solidez de su economía, el mejor socio comercial.
En solo 2022, sin estar en su mejor momento económico, Venezuela le compró a Colombia, aluminio y manufacturas, por alrededor de 8 millones de dólares. En 2021, un año antes, nos habían comprado casi 3 millones de dólares.
Y como esto es de toma y dame, Colombia también se abastece de Venezuela. En 2022, entre septiembre y octubre, nuestras importaciones provenientes del vecino país, crecieron un 28%.
Estas cifras no son nada comparables con lo que mostraban las cifras hace unos 5 o 6 años, pero algo es algo. Estas cifras no convencen aún al Presidente Gustavo Petro, quien esperaba más una vez se reaperturó la frontera.
¿ No es Venezuela la misma de antes?. Es evidente, todos lo sabemos, pero nuestro presidente no pierde la esperanza de que el vecino, vuelva a ser el mejor socio que fue en otros tiempos. La esperanza es lo último que se pierde.
Ahora bien, fuera de todo lo que para le economía significa la reapertura de la frontera, por lo menos las buenas relaciones de dos gobiernos ideológicamente siameses, nos genera algo de tranquilidad, tanto a los venezolanos, como a los colombianos. Llevar la fiesta en paz, siempre será el mejor negocio.
