Las vueltas que da la vida; aquellos que ayer asesinaban, desplazaban, sembraban el terror, hoy lloran rogando protección del Estado. Rodrigo Londoño, alias Timochenco – porque el alias no se podrá quitar – hoy sale a rogarle al gobierno de Petro, que voltee a mirarlos, para que el acuerdo de paz firmado con el gobierno de Santos, sea respetado, y por fin, el Estado cumpla los compromisos asumidos en La Habana.
Así las cosas, ya vemos que las quejas no eran solo contra el gobierno de Duque, sino ahora con el de Petro por el incumplimiento de los acuerdos.
Hoy vemos a Timochenko chiquitico, humildito, cabizbajo rogando protección para quienes confiaron en el gobierno de Santos y decidieron deponer las armas. Y Petro tiene la obligación de brindar esa protección, ni más faltaba.
Tiene la obligación de cumplir con los acuerdos, es innegable, pero no deja de llamar la atención como los que ayer eran verdugos, hoy suplican protección, y acusan al Estado Mayor, de las disidencias que salieron de su mismo seno de las Farc, como Ñoño acusando ante el profesor Girafales, a uno de sus compañeros.
Y Petro, responde hoy criticando el acuerdo de paz de Santos, al mismo que apoyó, al que en su momento respaldó. Así es la política de dinámica, así es la vida de dinámica, como un baile, en el que con el tiempo damos la vuelta.
