Como ustedes saben, porque ya lo he comentado en estos micrófonos, en mi casa se hace lo que yo obedezco. Es por esa razón que mi labor a la hora de mercar, era hasta hace poco solo llevar el carrito, abrir las bolsas plásticas esas que parece que las hicieran para que no se abrieran, y que solamente lo hacen si usted les hunta saliva. Además la función es cargar los alimentos en las bolsas que llevamos, – porque ahora los súper mercados las cobran , disque para cuidar el planeta. Embusteros, es para facturar. Mi función es entregar la tarjeta a la cajera, y llevar las bolsas cargadas del mercado hasta el carro.
Pero desde el año pasado, tengo una función más a la hora de mercar, abrir los ojos sorprendido, escandalizado por los precios. Antes, les confieso, no tenía ni idea de cuanto costaba un huevo, ahora no es que me sepa los precios, pero si se que todo está por las nubes, como nunca antes en la historia del país.
¿Hasta dónde vamos a llegar?. ¿Nos llevará Mandinga como dice Wilian Moron?. La verdad es que ya no sabemos como ajustar el presupuesto, esta vida si está cara, y la plata ya casi no se consigue.
Pero ajá, nos tocará seguir apretando el cinturón. ¿Quieres salir a comer?. La puerta de tu casa es una opción. Aunque con esta atracadera. ¿Quiere ir a cine?. Hay varias plataformas, diferentes a Netflix que salen gratis, y si es por crispetas, no se preocupe, en la tienda están más económicas que en la tienda. Además, les agrega panela si las quiere endulzadas.
Pero recuerde algo, mientras ve la película, por favor cerciórese de haber apagado los bombillos, los otros electrodomésticos que no está usando, de lo contrario, Afinia le aguará el ahorro.
