Una vez más quedó en evidencia que el sistema de alcantarillado pluvial de Valledupar, se quedó obsoleto para absorber toda la cantidad de agua que cae sobre la ciudad en invierno. El pasado viernes, el colapso fue evidente en casi toda Valledupar, luego del fuerte aguacero que se extendió por más de 3 horas.
El colapso se vivió en sectores como Zapato en Mano, margen derecha del río Guatapuri, donde el afluente, terminó buscando su cauce, ocasionando una terrible inundación en calles y casas del sector.
“Por favor se nos metió el río en la margen derecha en Zapato en Mano” dijo una mujer angustiada del humilde barrio, quien pidió a los demás habitantes de Valledupar, así como al gobierno municipal que los ayudara a superar esta situación.
“Nos va a toca coge canoa” dijo otra angustiada residente en ese humilde sector de la capital del Cesar, mientras registraba la inundación que afectada también potreros a orillas del río Guatapuri.
Del fuerte aguacero no se salvó ni la red hospitalaria. El más afectado fue el Rosario Pumarejo de López, donde la central de urgencias vivió su propia calamidad, al observar los pacientes que esperaban ser atendidos, como el agua llegaba hasta sus camillas.
En el centro de la ciudad la situación no fue diferente. Fueron muchos los vehículos que debieron capotear las fuertes corrientes de agua, provocando el daño de muchos de estos que transitaban por ese sector.
La fotografía símbolo de las inundaciones provocadas por este fuerte aguacero, fue la del estadio Armando Maestre Pabajeau, del cual muchos dijeron había pasado a convertirse en una piscina olímpica. Al día siguiente del aguacero, el Gobierno departamental sacó pecho del sistema de drenaje del escenario deportivo, el cual había permitido que se secara el estadio, no obstante, la gente se pregunta, qué pasara si una situación de esta se presenta en pleno aguacero, porque el drenaje del escenario deportivo demostró que no es inmediato.
