Durante el reciente Festival Silvestrista, el sector gastronómico de Valledupar experimentó un auge significativo, según Javier Arroyo, presidente de la Asociación Colombiana de la Industria Gastronómica (ACODRES) en el departamento de Cesar. El evento, que duró tres días y llenó el Parque de la Leyenda Vallenata, no solo fue un éxito cultural, sino también un motor económico para la ciudad.
Arroyo compartió en diálogo con este medio de comunicación cifras impresionante acerca del evento. «Solo en servicios a domicilio, las ventas alcanzaron aproximadamente 180 millones de pesos», dijo Arroyo, al señalar que es una cifra que rivaliza con las ventas en días festivos tradicionales. Estos números evidencian la influencia positiva de eventos culturales en
la economía local, particularmente en la industria gastronómica.
Resaltando la importancia de la tecnología en la captura de datos, Arroyo dijo: «Tenemos una alianza con una empresa de base tecnológica que nos permite acceder a las cifras de las ventas en un porcentaje importante de restaurantes». Esta información es crucial para demostrar la importancia económica del sector ante la opinión pública y las entidades gubernamentales.
Sobre el tema de los precios, Arroyo reconoció los desafíos actuales: «El sector gastronómico está sufriendo considerablemente por la inflación… pero hemos sido muy consecuentes con eso, entendiendo también que aquí se genera empleo y se busca aportar a la ciudad». La industria se esfuerza por equilibrar los crecientes costos de insumos sin sobrecargar el presupuesto de los consumidores.
En términos de seguridad y empleo, el festival marcó una diferencia notable. «Hubo una mejor articulación con la fuerza pública… y respecto a eso, el balance es bastante positivo», destacó Arroyo, refiriéndose a la notable mejora en comparación con eventos anteriores. También señaló que muchos restaurantes «pueden ingresar en tres cuatro días mínimo de uno o dos personas más», reflejando un aumento en la generación de empleo durante el festival.
Arroyo enfatizó la necesidad de diversificar los eventos en la ciudad: «El sector privado y específicamente un artista tan representativo como Silvestre está marcando el camino… y evidentemente todo el sector productivo debe unirse para acompañar estas iniciativas». Sugerencias como estas podrían transformar a Valledupar en un centro de eventos culturales y económicos durante todo el año.
