Pocos suben al monumento del Eccehomo construido en el cerro que ahora lleva su mismo nombre, con el fin de venerar al santo de Valledupar. La mayoría de las personas, por no decir todas, suben el empinado camino, solo con el ánimo de hacer deporte o turismo. Desde ese sitio, se puede apreciar toda la ciudad de Valledupar, con una vista que nos muestra a una ciudad hermosa en pleno desarrollo.
Pero desde que el sitio se convirtió en lugar obligado para el peregrinaje, el deporte y el turismo, llegó la contaminación que genera el hombre. Así se puede apreciar a lo largo del camino, donde se evidencian botellas plásticas, vasos plásticos, bolsas de pasabocas, que se van acumulando a uno y otro lado de la trocha.
No obstante hay que reconocer, que algunos ciudadanos que se empeñan en preservar este lugar, instalaron unas canecas improvisadas, las cuales han sido elaboradas con tanques de aceite que son divididos por la mitad, pero permanecen llenas de basuras, por lo que al desbordarse se termina contaminando el sector.
Ciudadanos consultados por Tuperfil.Net, pidieron a la administración municipal destinar personal experto para recoger estas basuras, de manera más constante, así como destinar una especie de guardia que ayude a educar a quienes visitan el lugar.
Uno de los sitios más sucios de este mirador, es precisamente la parte ubicada debajo del pedestal en donde se erige el Eccehomo. Allí se evidencian los envases plásticos y bolsas, así como la maleza que se encuentra considerablemente alta.
Y por último, debajo del pedestal el olor no es el mejor, pues este lugar es el usado por los chivos que son llevados a pastar.
Ahora se espera que el nuevo Alcalde de Valledupar, Mello Castro, intervenga este, uno de los atractivos turísticos más visitados de la capital del Cesar.
