San Alberto, marzo 13 de 2024.
En el municipio de San Alberto, al sur del Cesar, la comunidad se encuentra preocupada por la situación del Río Espíritu Santo, el cual está experimentando una disminución en su caudal debido a la explotación de material de arrastre.
Arsenio Espitia, presidente de la Veeduría del Río Espíritu Santo, explicó que esta problemática ha afectado al afluente por cerca de diez años y ha sido causada por la irresponsabilidad de personas y empresas. Al respecto, comentó el líder: “El Río Espíritu Santo es el afluente más importante que tiene el municipio, pero viene siendo objeto de una serie de daños ocasionados por personas inescrupulosas que han venido actuando sin conciencia de preservar el agua”.
La comunidad, compuesta por alrededor de 30 mil habitantes, se ha manifestado durante un mes para visibilizar esta problemática y exigir acciones por parte de las autoridades.
Según las explicaciones del Presidente de la Veeduría, la explotación del río ha sido realizada principalmente por tres empresas, las cuales han sido sancionadas en varias ocasiones, pero las medidas adoptadas no han sido suficientes para mitigar los daños. “Las reparaciones no son suficientes; ellos vienen y pretenden maquillar la situación con algunas acciones, acomodándose a lo que a ellos les parece”, afirmó Espitia, quien además explicó que una de esas reparaciones fue implementar un vivero dentro del mismo río y cuando creció el caudal, arrasó con todo: “estas reparaciones no compensan el daño que ellos han venido causándole al río”.
Además de la explotación del material de arrastre, la deforestación en la cuenca hídrica también ha contribuido al deterioro del río: “La deforestación también hace eco, también causa un daño irreparable a la cuenca hídrica”, agregó Espitia.
La comunidad ha solicitado la intervención de entidades como Corpocesar, la Agencia Nacional de Minería y la Secretaría de Minas del Departamento para que tomen medidas y protejan el río. A pesar de algunos compromisos adquiridos públicamente por parte de Corpocesar, la comunidad ha expresado su decepción por la falta de acción concreta. “Esto es una demagogia, esto es paquidérmico con estas corporaciones”, expresó Espitia.
La comunidad de San Alberto hizo un llamado a las autoridades competentes para que tomen medidas urgentes para proteger el Río Espíritu Santo y garantizar el acceso al agua para la población.
Respuesta de Corpocesar
La Directora de la Corporación Autónoma Regional del Cesar, Corpocesar, Adriana García Arévalo, al ser consultada sobre la situación del Río Espíritu Santo, reconoció que es cierto que las empresas que tienen licencia de explotación en cercanías del afluente no están cumpliendo con sus obligaciones ambientales.
“Desde el 2023 se han realizado varias inspecciones para el cumplimiento de las obligaciones ambientales. Se han hecho los informes y se ha pasado a la Oficina Jurídica porque no están cumpliendo con dichas obligaciones. Sin embargo, nosotros nos hemos unido con la comunidad, con los líderes de la zona, con el mismo inspector de policía para realizar varias visitas de control”, afirmó la Directora de Corpocesar, quien aseguró que la próxima visita se realizará la primera semana de abril.
La funcionaria también agregó que la comunidad no debe satanizar las licencias de explotación porque las que se adelantan de manera responsable no afectan los ecosistemas: “Hay algo que también es bueno aclarar a la comunidad y es que por el hecho de que existan los dos permisos no quiere decir que sea malo para el río. La actividad desarrollada de forma adecuada puede ayudar al río porque aumenta el vaso de llenado de este y ayuda a que el cuerpo de agua aumente su capacidad de retención de agua en épocas de verano. Lo que pasa es que como no están cumpliendo las indicaciones y las obligaciones que quedaron en la licencia, se están presentando estos inconvenientes”.
Según Adriana García Arévalo, la comunidad de San Alberto puede esperar resultados de estas acciones muy pronto, los cuales incluirán sanciones contundentes.
